Sin tantas florituras, pero con mucha contundencia en el ataque, Táchira despachó ayer por 0-2 a Yaracuyanos en su propio feudo.
Al cuadro de Daniel Farías le costó un poco enchufarse en el compromiso. Los primeros 15 minutos Yaracuyanos le quitó la pelota, le presionó en la zona media y se amparó en la movilidad de Andrés Valles para mantener ocupado al rival.
Pero eso no bastó. A los 21, Gelmin Rivas pivoteó y tiró pelota larga a la que le llegó José Miguel Reyes, quien con un toque sutil abrió la cuenta.
El cuadro de San Felipe fue muy liviano en el ataque. Táchira se encomendó a Rivas quien en dos ocasiones casi aumenta la cuenta.
Sobre el final de la primera parte, tras un tiro de esquina de Yohandry Orozco, el juvenil Romeri Villamizar empalmó la pelota de zurda y la estrelló en el vertical derecho del arco defendido por Ronald Garcés.
En la etapa final, el guión no varió. Yaracuyanos amasó la pelota sin dar puntada final y Táchira se encomendó a los contragolpes. Con esa fórmula pudo haber goleado.
Rivas casi mete tres, y en la más clara le quemó las manos a Garcés.
Reyes la envió al horizontal con un cabezazo en las nubes. Pero en la siguiente ocasión desvió un tiro potente de “Maestrico” y pudo celebrar su segundo tanto. Juan Azócar casi pone el 3-0 pero en el uno contra uno no pudo ante el portero. Táchira tiene récord perfecto.